domingo, 6 de noviembre de 2016

Las Chicas Gilmore y mi regla

Estoy muy acostumbrada a escuchar a mis amigas quejarse por su periodo y manifestar abiertamente sus estados de depresión, bipolaridad y todo lo que socialmente se supone que tener la regla conlleva mentalmente. 

Y yo siempre he sido de las que dicen cosas del tipo: "Pues a mí no me afecta. No estoy más sensible ni soy más borde de lo que ya por lo general soy cuando estoy con la regla." 

Meeeeec. Hasta que he empezado a ver Las Chicas Gilmore (serie que recomiendo totalmente) y me ha hecho replantearme mis sentimientos hacia mi periodo.



Es que en serio, ¿por qué? ¿Por qué del millón de veces que, haciendo zapping durante mi adolescencia, me apareció esta serie en televisión todas ellas la dejé pasar desapercibida? ¿Por qué he tenido que empezar a verla cuando tengo casi 26 años y, por lo tanto, ya no tengo remedio?

De verdad, juro que cuando la veía en televisión quería quedarme viéndola, pero no tengo excusa, nunca sabré por qué carajo cambié de canal.

A todo esto, me encanta la serie. Y eso que no llevo mucho, sólo 11 capítulos de la primera temporada. Y ay cuánto me alegro de que me quede tanto por ver.

Para quien no sepa de qué va, las chicas Gilmore son una madre soltera y su hija adolescente, ambas cultas, inteligentes, divertidas, amantes de la literatura, maduras y, sobre todo, autosuficientes. Por todo esto es por lo que me arrepiento de no haberla visto antes, quizá me hubiera instruido a ser más como ellas.

Porque sí, me arrepiento de haber sido un poco bastante vaga en mis estudios (oye, que tengo una carrera, pero que me ha costado sacármela), de no haber leído todos los libros que podría haber leído y, más que nada, de haber sido conformista. Y de seguir siéndolo.

¿Es tarde para cambiar eso con 25 años? Sé que no puedo recuperar el tiempo perdido, pero para cambiar un poco para bien, puede que no sea tarde.

¡Ah! Por lo que estaba relacionando esta serie con mi regla es porque no sé si es casualidad, pero en sólo 11 capítulos esta serie me ha hecho emocionarme, aplaudir, sentir alegría, reírme con chistes malos y llorar sin necesidad de muertes. De verdad, experimento los sentimientos de los personajes como si me pasaran a mí. Y no recuerdo cuándo una serie, libro o lo que sea me despertaba tantas emociones juntas en tan poco tiempo (si no contamos la historia de Un monstruo viene a verme). Y eso que yo lloro, mucho. 

Quizá soy un poco exagerada. Quizá sea la regla la que me haga ser así. O quizá sea este opening.


Feliz domingo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario